COLEGIO INTEGRADO DIVINO NIÑO
ANUARIO COLDINI 1975
PRIMER MANUAL DE CONVIVENCIA COLDINI 1975
MUNICIPIO DE CAPITANEJO SANTANDER
Capitanejo es un municipio de Colombia, ubicado en el departamento de Santander en la provincia de García Rovira en la ribera del río Chicamocha. Se sitúa a 197 km de la capital departamental, Bucaramanga y 35 km de Málaga Capital de la provincia de García Rovira.
1. Historia
No existen datos precisos sobre la fundación de Capitanejo en archivos departamentales ni nacionales. Sin embargo, con base en investigaciones, hacia el año de 1541 fecha sin fijar por acuerdo, en desplazamiento de las tropas de Jerónimo de Aguayo, proveniente de la ciudad de Tunja, con órdenes del entonces gobernador Gonzalo Suárez Rendón de fundar la ciudad de Málaga, a su paso encontraron el valle del río Chicamocha; tras la dificultad de cruzarle, con admiración observaban como los indígenas chitareros, habitantes de la región lo hacían con gran destreza, utilizando una cabuya de fique con un extraño tejido denominado «clineja», y como con un trozo del mismo material, en un acto circense se colgaban y por gravedad cruzaban al otro lado con los cargamentos de sal, provenientes de Zipaquirá o del nevado (actual municipio de Chita).
Bartolomé Aguilar considerado el fundador se instaló en Capitanejo, junto con su general Don Jerónimo de Aguayo quien siguió camino para buscar un territorio apto para Málaga, Don Bartolomé Aguilar instauró las primeras casas, el primer templo a quien puso como Patrono a San Bartolomé por ser el santo que llevaba su nombre, la primera plaza y la primera casa cural. La semiparroquia de Capitanejo, pasó a ser Parroquia que después tuvo su primer párroco. Perteneció a la Arquidiocecis de Bucaramanga y en 1990 a Diócesis de Málaga-Soatá desde su fundación. Capitanejo es un poblado católico, turístico, tiene grandes tradiciones y costumbres, es un pueblo de constantes peregrinaciones a los santuarios marianos. Capitanejo tiene el templo parroquial y tres capillas hermosas, tiene el parque principal Argelino Durán Quintero con árboles y vientos suaves, tiene casas de la época española, cascadas, cultivos, historia y tradición cautivadora.
Capitanejo es cálido y tiene uno de los mejores climas de Colombia, por su topografía es apto para la crianza de cabras, cultivos de Melón y Tabaco; por lo cual es considerada “capital caprina, tabacalera y melonera de Colombia” y conocida como “terruño de paz, progreso, trabajo y alegría”.
2. Economía
Actividad Caprina y Pecuaria: Las explotaciones pecuarias en Capitanejo juegan un papel muy importante desde el punto de vista económico, social y cultural. En lo económico la ganadería constituye el principal ingreso para muchas familias. En lo social, la ganadería se encuentra presente en la gran mayoría de las fincas medianas y pequeñas, provee de proteínas para la población. En lo cultural, los hábitos alimenticios de los habitantes generalmente incluyen la carne, la leche y sus derivados. Las explotaciones pecuarias para el municipio están representadas por bovinos doble propósito (leche y crías), bovinos ceba integrada, caprinos, porcinos, equinos de labor, aves de postura y aves carne, principalmente.
Actividad industrial: En el municipio no existen actividades industriales. Existen algunas actividades de minería en torno a pequeñas explotaciones de materiales rocosos de algunas canteras ubicadas en jurisdicción del municipio, en el resto del municipio hay pequeños establecimientos dedicados a la producción de alimentos, como panaderías, confiterías, lácteos y alimentos para consumo doméstico.
Actividad turística: El municipio por sus características climáticas ofrece a los visitantes unos espacios naturales como las playas del Chicamocha, el Servitá, el Tunebo y el río Nevado. Dentro de su infraestructura turística, el municipio cuenta con 4 hoteles y 4 residencias para el albergue de los visitantes. Existen además dos sitios recreativos y varias fincas de descanso donde los visitantes pueden disfrutar de días soleados y saborear el plato típico de la región (Cabro sudado).
3. Geografía
La cabecera municipal de este municipio se localiza a los 6° 32' de latitud norte y a los 72° 42' de longitud al oeste del meridiano de Greenwich, la precipitación promedio es de 950 milímetros anuales. El término municipal posee una topografía desde plano hasta muy escarpado. Dentro de los principales accidentes geográficos cabe citar el Morro de Sebaruta, La Chorrera y La Mesa, sitios donde nacen las principales micro cuencas del municipio.
Límites del municipio: Capitanejo, se encuentra localizado en el extremo sur de la provincia de García Rovira, al oriente del departamento de Santander. Limita al norte con los municipios de San José de Miranda y Enciso, al oriente con San Miguel y Macaravita, al sur con el río nevado y al occidente con el departamento de Boyacá con los municipios de Covarachía y Tipacoque después del río Chicamocha.
4. Cultura
Es el municipio turístico por excelencia de de la provincia de garcía rovira .El plato típico es el cabro, tamal, mute santandereano, que se ofrece a sus visitantes. Celebra las fiestas y ferias de San Bartolomé en el mes de agosto hacia el 24 fiesta del Patrono, Las Fiestas de la virgen del Carmen hacia el 16 de Julio, el carnaval Navideño del 24 al 31 de diciembre, El festival del retorno del 27 al 3 de Enero, Los rosarios y procesiones de Mayo, la semana Santa, entre otras. Las artesanías autóctonas son: cerámica, canastos en caña brava, cotizas de fique, esteras en junco y sombreros de paja.
Los sitios de interés: las aguas termales de San Francisco, el Cañón del Chicamocha, la Cascada de La Loma, a Casa de la Cultura, las Playas del río Chicamocha, el Templo del Divino Niño, Mirador del Sagrado Corazón, Balnearios, La cascada la chorrera, el Río Chicamocha, El santuario del santo Cristo del Carmen, entre otros.
En sus fiestas se hacen carnavales, verbenas populares, exposiciones, danzas típicas y quemas de pólvora. Es sitio de folclor Santandereano y Colombiano, como música de guitarras de los años 70 y 80 , una de sus principales canciones representativas es “María Antonia” compuesta por el maestro Jose A. Morales, tiene grandes artistas y emprendedores.
SÍMBOLOS DE CAPITANEJO
Dos capitanejanos se preocuparon para dotarlo de bandera, escudo , Himno y mascota de ferias
Ellos son, los capitanejanos William Darío Diaz Correa Ex-alcalde Profesional en Publicidad y Diseñador Grafico, Gestor de: La Bandera , el escudo de capitanejo, la mascota de ferias y fiestas, el chivin .
Creada por el señor William Darío Díaz C en 1988 con motivo de las ferias y fiestas, donde fue adoptada como Mascota oficial de las festividades y con el transcurrir del tiempo se ha convertido en símbolo del municipio. Representa uno de los principales recursos económicos de la localidad, “el cabrito” el cual sudado y con pepitoria constituyen nuestro plato típico, que nos ha hecho famosos a nivel nacional e internacional.
El diseño consiste en caricaturizar el cabrito para darle una imagen alegre, chispa, energía y vitalidad propia de los capitanejanos, pero conservando las características fenotípicas de este antílope criollo, vestido a la usanza del campesino santandereano de sombrero y alpargatas, lleva puesto un poncho o ruana fiestera y colgada en su hombro una bota taurina, elemento esencial de la fiesta brava o corrida de toros, costumbre heredada de los conquistadores españoles
HIMNO DE CAPITANEJO
Coro
Capitanejo pueblo pujante
García Rovira mira hacia ti
Tu gente canta hoy delirante
Y te proclama con frenesí (Bis)
I
Capitanejo pueblo de ensueño
Pueblo querido y encantador
Tus pies te baña el Chicamocha
Que se desliza dejando un valle
Como un oasis con su verdor
II
Aquí el viajero quiere quedarse
Porque su clima es el mejor
Y cuando sale de tu regazo
Añora al pueblo que deja al paso
Y de ti habla con gran amor
III
Pueblo de gente noble y alegre
Que manifiesta con gran fervor
Su valentía y sanas costumbres
Y tiene hijos que pisan cumbres
Dando a tu amor un alto honor.
IV
Tu iglesia blanca al frente del parque
Donde una añeja ceiba feliz
Testiga muda de enamorados
En tardes frescas con su ramaje
Cobija a todos como un tapiz.
V
Pueblo hermoso bien enmarcado
Por altos riscos donde pululan
Manadas grandes de hermosas cabras
Que mano a mano con el tabaco
Son su riqueza y gran valor
PARROQUIA SAN BARTOLOME APOSTOL DE CAPITANEJO
LA FUNDACION DE LA PARROQUIA
Organizado por las Licenciadas en Ciencias Sociales Señoras Antonia Navas Chaparro, Deisi Moreno de Hernández, Antonia Maisias Bermúdez y Cecilia Díaz de Barbosa En capitanejo siendo las 10:00 a.m. del Dia 20 de Julio del 2013,se reunieron en salón chicamocha” del Colegio oficial Integrado el Divino Niño “, las educadoras licenciadas: Antonia Navas Chaparro, Deyci Moreno de Hernández, Antonia Macías Bermúdez y Cecilia Díaz de Barbosa, quienes presidieron el foro.
Después de oír a todos los presentes quienes aportaron la diferentes reseñas históricas sobre la fundación de nuestra parroquia y la creación del municipio de capitanejo se llegó a la conclusión y por consensó se aprobó que la fundación que la parroquia de san Bartolomé y la creación del municipio de capitanejo se llevaron a cabo el día 22 de julio de 1633 por orden del Arzobispo del Nuevo Reino de Granada Bernandino Almanza, en el adoctrinamiento Católico en razón de la falta de Doctrina en las personas que residían las fértiles tierras del Valle del Chicamocha en las personas que fueron los indígenas chitaneros que se distinguieron por ser agricultores, cazadores, domesticadores de animales y gente muy valiente trabajadora y honrados , sus personajes sobresalientes a la llegada del pueblo conquistador fueron: El cacique chicamocha y su esposa la cacique Carmiña.También Asistieron: El Presbítero Párroco del Municipio, el presidente del Honorable consejo Municipal Señor Domingo Riaño Gualdron, el rector del Colegio Especialista Héctor Javier Flórez Moreno, el señor Alcalde Isidro Mogollon Blanco periodo 2012-2015, con su lema:”UNIDOS POR CAPITANEJO”, la Doctora Teresa Camacho Quiroz, el comandante de la Policía, Algunas Damas y Señoras de Capitanejo como: Vicenta Mancipe de Ochoa, Maruja Ochoa de Núñez, su esposo e Hijo, el Doctor Efraín Ochoa Mancipe y otros personajes. El Concejo territorial Señores: Carlos Alberto Sanabria, Eurípides Salguero Héctor Javier Flórez Moreno, Evangelista Quiros Lopez,Alfredo Triana Mogollón , Rafael Martinez Peña, Jhon Fernando Quiroz Gualteros, Marlon Leonardo González, el secretario de planeación municipal Señor Elberto Jose Jaimez, Secretaria de Gobierno Interior , Señorita Nevy Villareal Vasquez , secretaria de Salud Señorita Zaide Delgada Rojas. También Asistieron otros miembros de la sociedad capitanejana.
Dado en capitanejo a los 20 días del mes de julio del año 2013.
REPÚBLICA DE COLOMBIA
Historia de Colombia – Origen, acontecimientos y política
Origen de Colombia
Para conocer la historia y origen de Colombia primero debes conocer cómo es. Con la triple cadena de los Andes del Norte fragmentando el territorio, surcada por magníficos ríos, abierta al Caribe y al Pacífico, de forma estratégica situada entre las Américas del Norte y del Sur, Colombia es una tierra privilegiada que acoge una rica diversidad biológica.
El país limita al norte con el mar Caribe, al oeste con Panamá y el océano Pacífico, al sur con Ecuador y Perú, y al este con Brasil y Venezuela.
· Continente: América.
· Superficie: 1.141.748 km2.
· Capital: Bogotá.
· Población: 49.810.325 habitantes.
· Moneda: Peso colombiano.
· Lengua oficial: español.
Antiguamente denominada Nueva Granada, Colombia fue escenario de las desesperadas expediciones que realizaron cientos de curtidos conquistadores españoles en busca de El Dorado, una de las quimeras más importantes de la historia.
El Dorado nunca se encontró, pero a cambio, los conquistadores accedieron al inmenso tesoro del arte monumental, la cerámica y la orfebrería de las antiguas culturas del norte andino, e incorporaron a la corona española la más rica de las tierras de América.
Sin embargo, este hermoso país no ha tenido, ni tiene, una historia fácil: su pueblo está lejos de haber obtenido la seguridad y el desarrollo que le prometieron quienes le llevaron a las libertades públicas.
Período colonial de Colombia
Antes de llegar los españoles, el territorio de la actual Colombia estaba ocupado por varios pueblos en diverso grado de civilización. Los chibchas, en las mesetas orientales, eran los más importantes, con un gobierno central y conocimientos de astronomía, agricultura y alfarería.
Más atrasados estaban los caribes, que habitaban en las zonas litorales, los quechuas, los quimbayas, los chocoes y los andaquíes.
Alonso de Ojeda fue quien primero arribó a sus costas (1499), de nuevo visitadas por Rodrigo de Bastidas y Juan de la Cosa (1502). En 1510 se fundó Darién, a la que siguieron Santa Marta (1525) y Cartagena (1533).
En busca de las fabulosas riquezas de El Dorado partieron expediciones al interior del país. Destacaron principalmente dos:
1. La de Gonzalo Jiménez de Quesada, que remontó el río Magdalena, venció a los chibchas y fundó Bogotá en el año 1538.
2. La de Belalcázar, quien fundó Cali en el año 1536, y la de Federmann, procedente de Venezuela, que conectó con ambos.
Entre los tres acordaron la pacífica distribución del territorio, al que Quesada denominó Nueva Granada, el cual se incorporó al virreinato del Perú. Para su gobierno fue creada en el 1550 una Audiencia.
La Iglesia, establecida muy pronto (1534, obispado de Cartagena), contribuyó con su labor de enseñanza religiosa a consolidar el asentamiento español. Hacia 1620 se estableció en Cartagena un tribunal de la Inquisición, que contaba con un delegado en Bogotá.
La explotación de la colonia, pobre en metales preciosos, tuvo como base la agricultura. La mano de obra utilizada fue la población india, mediante el sistema de encomienda, y los esclavos negros, establecidos principalmente en la costa septentrional.
En 1717 se creó el virreinato de Nueva Granada, con capital en Bogotá, establecido definitivamente en 1740. Comprendía, además de la actual Colombia, Panamá, Ecuador y Venezuela.
Durante el período virreinal se tuvo que hacer frente a ataques ingleses, holandeses y franceses, y ocurrieron también los primeros intentos de sublevación.
Historia de la Independencia de Colombia
En 1781 estalló la insurrección de los comuneros o revolución de los comuneros, descontentos por el aumento de impuestos, que fue reprimida por el virrey Manuel Antonio Flores. El espíritu revolucionario francés penetró en el país al traducir Antonio Nariño Los derechos del hombre (1794).
La invasión napoleónica de la metrópoli favoreció los intentos de independencia, imposibles de frenar pese a las concesiones efectuadas por la Corona (derecho de representación en Cortes, otorgar títulos de nobleza). Las élites intelectuales y económicas se sentían a disgusto al ver que España solo se preocupaba de explotar el territorio sin preocuparse de su progreso y de sus gentes.
El 20 de julio de 1810 se celebró una junta revolucionaria y en diciembre del mismo año tuvo lugar en Bogotá el primer Congreso independiente, terminado con la división entre centralistas y federales.
La lucha entre ambos favoreció a los realistas, que desde Popayán y Santa Marta iniciaron la ofensiva, a las órdenes del general Morillo, y se adueñaron de Cartagena y Bogotá (1815). Pero poco después el ejército revolucionario, mandado por Bolívar, consiguió finalmente vencer en Boyacá (1819), Carabobo (1821) y Pichincha (1822).
La victoria de Boyacá permitió a los patriotas celebrar un congreso en Angostura (1819), que proclamó la unión de Nueva Granada y Venezuela en la República de la Gran Colombia.
Posteriormente, a nueva Granada se unieron Panamá (1821), Ecuador y Guayaquil (1822), y de la cual Simón Bolívar fue nombrado primer presidente (1821).
Los congresos de 1823 y 1826, celebrados en Bogotá, dictaron normas para la organización del Estado, inspiradas por Simón Bolívar y Santander.
Simón Bolívar, presidente de Colombia
Fue propósito de Bolívar la unión de los estados hispanoamericanos, para lo cual convocó un Congreso continental en Panamá (1826), pero su iniciativa no tuvo éxito.
Los intentos separatistas, inspirados por Santander (Colombia) y Páez (Venezuela), desembocaron en una guerra civil. En 1829 se inició la disgregación de la Gran Colombia y en 1830 Bolívar renunció a la presidencia.
Francisco de Paula Santander, presidente (1833-37) de la recién creada República de Nueva Granada, tuvo que imponer su autoridad para conseguir frenar el espíritu de rebelión. En 1841 obtuvieron el poder los moderados con Pedro Alcántara Herrán.
Su mandato (1841-45) se caracterizó por la relajación de las tensiones internas, lo que permitió atender al progreso cultural y material, continuado con su sucesor, Tomás Cipriano de Mosquera (1845-49). Se compilaron leyes (Recopilación Granadina) y se trazaron los primeros ferrocarriles.
En 1849 alcanzó el poder el liberal José Hilario López, cuyas medidas radicales (expulsión de los jesuítas, abolición de la esclavitud en 1851, sufragio universal y supresión de la pena de muerte por motivos políticos) provocaron la reacción conservadora.
¿Cuál es el Día de la Independencia de Colombia?
El general Obando, con el apoyo de la fracción moderada del partido liberal, obtuvo en 1853 la presidencia. Continuó la obra de López al establecer el sufragio universal y la separación de Iglesia y Estado, pero fue desbancado un año después por el general Meló, que se erigió en dictador.
Contra éste se sublevaron los conservadores, que consiguieron instalar en el poder a Ospina Rodríguez (1857).
El partido conservador, favorable hasta entonces a una república unitaria, se orientó hacia la solución federalista, reconocida en la Constitución de 1858 con el nombre de Confederación Granadina (rebautizada en 1863 con el de Estados Unidos de Colombia).
Mosquera ocupó el poder nuevamente durante dos períodos (1861-1864 y 1866-1867) e intentó rehacer la Gran Colombia de Bolívar, pero fracasó y acabó derrocado en 1867 por el general Santos Acosta.
Comenzó entonces un nuevo período liberal en el que remitieron los desórdenes. Salgar (1870-72) reformó la enseñanza primaria, promulgó un código de comercio y fundó el Banco de Bogotá.
Durante la presidencia de Aquileo Parra (1876-78) volvieron los desórdenes civiles, que llevaron al poder a Rafael Núñez (1880), quien consiguió de España el reconocimiento de la independencia de Colombia.
Núñez evolucionó hacia la derecha y gobernó en sus últimos años como si de un dictador se tratase, apoyado por la Iglesia y los latifundistas. En 1886 se promulgó una nueva Constitución, que restableció la organización unitaria de la República de Colombia.
A la muerte de Núñez (1894), los liberales se sublevaron y el país se vio envuelto en otra guerra civil (1899-1903), llamada la guerra de los Mil Días, ruinosa para su economía.
En 1903, gobernando José Manuel Marroquín, Panamá se separó de la República. El movimiento secesionista fue apoyado por EE.UU., interesados en establecer su influencia en la zona del istmo.
El gobierno de Rafael Reyes (1904-09) señaló la recuperación de Colombia. Modificó la Constitución, ampliando a 10 años el mandato presidencial, y concluyó el ferrocarril de los Andes a Bogotá.
Aunque su gestión dictatorial provocó el descontento en toda la nación, que se levantó contra él cuando intentó que el Congreso aprobara la independencia de Panamá. En 1910 se reformó de nuevo la Constitución y se redujo el período presidencial a cuatro años.
En 1914 Colombia reconoció la independencia de Panamá a cambio de una indemnización de 25 millones de pesos otorgada por EE.UU. Hasta 1930 se sucedieron presidentes conservadores, entre los que destacó Nel Ospina (1922-26), fundador del Banco de la República.
El país gozó en este período de una situación de estabilidad política y social y pudo iniciar el proceso de industrialización con la ayuda económica de EE.UU. El proceso se vio frenado bruscamente por la gran crisis económica de 1929.
En 1930 triunfó en las elecciones el partido liberal, con Olaya Herrera, gracias a la división de los conservadores. Sucedieron a Herrera Alfonso López Pumarejo (1934-38) v Eduardo Santos (1938-42), quien evitó la intervención del país en la II Guerra Mundial.
Historia reciente de Colombia
Las elecciones presidenciales de 1974 significaron la ruptura del Pacto de Sitges y la victoria del liberal Alfonso López Michelsen, que hubo de declarar el estado de sitio (1975-76) para hacer frente a los guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias Colombianas (FARC), del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y del Movimiento 19 de Abril (M-19).
Tras otro período de Gobierno liberal (J. C. Turbay, 1978-82). el conservador Belisario Belancur (1982-86) firmó acuerdos de tregua con los tres movimientos guerrilleros más importantes, que fueron pronto incumplidos (asalto al Palacio de Justicia por parte del grupo M-19, noviembre 1985).
Los enfrentamientos se reprodujeron durante el mandato del liberal Virgilio Barco (1986-90), con atentados contra personalidades políticas, jueces y policías. Una nueva Constitución fue promulgada en 1991 durante la presidencia del liberal César Gaviria (1990-94).
Su sucesor, el también liberal Ernesto Samper (1994-98), fue acusado de financiar su campaña con dinero recibido de los cárteles de la droga y hubo de proclamar por dos veces el estado de conmoción interior para combatir la violencia generalizada.
El Parlamento exculpó a Samper (junio 1996) de las acusaciones, pero la situación de debilidad del Gobierno continuó y en 1998 llevó de nuevo a los conservadores a la presidencia en la figura de Andrés Pastrana, quien entabló negociaciones con la guerrilla (enero 1999).
Sin embargo, un endurecimiento de las posturas y el secuestro de un senador por parte de la guerrilla hicieron fracasar el diálogo en 2002. El candidato liberal disidente Alvaro Uribe sustituyó a Pastrana en mayo de 2002 al frente del gobierno de la República.
Símbolos patrios de Colombia
Los símbolos patrios de Colombia son los elementos representativos del país dentro y fuera del territorio nacional. Tanto la bandera, el escudo y el himno nacional están actualmente reglamentados por la ley 12 de 1984 la cual dicta las disposiciones generales de estos símbolos.
Himno nacional
El himno nacional de Colombia es la música patriótica que representa al país y que, junto a la bandera y el escudo, tiene la categoría de símbolo patrio.1 La letra del himno está compuesta por un coro y once estrofas, fue escrita por el presidente Rafael Núñez, originalmente como una oda para celebrar la independencia de Cartagena.2 La música fue compuesta por el italiano Oreste Síndici a instancias del actor José Domingo Torres durante la presidencia de Rafael Núñez y presentada al público por primera vez el 11 de noviembre de 1887.3 La canción adquirió gran popularidad y fue rápidamente adoptada, aunque de manera espontánea, como el himno nacional de Colombia. Se oficializó a través de la ley 33 del 18 de octubre de 1920.4 El músico José Rozo Contreras revisó las partituras y preparó las transcripciones para la banda sinfónica, la cual fue adoptada como versión oficial mediante el decreto 1963 del 4 de julio de 1946.
Bandera
A lo largo de la historia, la bandera nacional de Colombia ha cambiado. En el Nuevo Reino de Granada, las provincias y ciudades que iban declarando su independencia de España, adoptaban una bandera distinta. En el Valle del Cauca, por ejemplo las ciudades confederadas que eran Cali Popayán Cartago, Iscuandé, Toro y Caloto, adoptaron en 1811 una bandera de dos fajas horizontales, de color azul celeste y blanco, orlada de plata. En 1812, la Provincia de Cartagena poseía una bandera rectangular de tres cuadrilongos, el primero rojo, el segundo azul y verde el del centro con una estrella de plata de 8 rayos. En 1813, el estado libre e independiente de Cundinamarca adoptó una bandera de tres franjas horizontales simétricas, la primera de color azul celeste, en el centro amarillo y abajo rojo; en la actualidad es la bandera del departamento de Cundinamarca.
La bandera de Colombia fue concebida por Francisco de Miranda el 12 de marzo de 1806. Miranda, Lino Clemente y José Sata y Bussy llevaron la bandera al Congreso de Venezuela en 1811 para que fuera adoptada como bandera nacional. Simón Bolívar, tiempo después ordenó que la bandera de Miranda fuera adoptada como la oficial de Colombia. En una carta, Bolívar escribió lo siguiente:
«El pabellón que la victoria ha enarbolado en todos los pueblos de Venezuela y que debe adoptar la Nación es el mismo que se usaba en la primera época de la república, esto es, de los tres colores: amarillo, azul y rojo».
Simón Bolívar.
Significado de los colores
Existen varias versiones y relatos que explican el origen de esos colores de la bandera colombiana amarillo, azul y rojo de la bandera de Colombia y por qué Francisco de Miranda los escogió en 1806. La explicación más aceptada y famosa es la que hace Francisco Antonio Zea en el año 1819 durante el Congreso de Angostura
«Nuestro pabellón nacional, símbolo de las libertades públicas, de la América redimida, debe tener tres franjas de distintos colores: sea la primera amarilla, para significar a los pueblos que queremos y amamos la federación; la segunda azul, color de los mares, para demostrar a los déspotas de España, que nos separa de su yugo ominoso la inmensidad del océano, y la tercera roja, con el fin de hacerles entender a los tiranos que antes de aceptar la esclavitud que nos han impuesto por tres siglos, queremos ahogarlos en nuestra propia sangre, jurándoles guerra a muerte en nombre de la humanidad.» Francisco Antonio Zea.
Otra hipótesis indica que los colores amarillo y rojo fueron tomados de la bandera de España y posteriormente se agregó el color azul para representar el mar que separa a Colombia de España. Afirmaciones de algunos historiadores defienden la idea de que el origen de los colores es español y no precisamente por lo ya descrito, pues esta teoría se basa en el escudo de armas que España le concedió a Cristóbal Colón, el cual posee cuatro mitades que dividen el escudo. Otra teoría afirma que el origen de los colores de la bandera de Colombia se debe a una prueba de gratitud de Francisco de Miranda a su amiga emperatriz Catalina de Rusia. El amarillo simbolizaría el color de sus cabellos; el azul, el color de sus ojos; y el rojo, el de sus labios. En la actualidad los colores representan: el amarillo, la abundancia y la riqueza del suelo de Colombia, también la justicia, la armonía y la soberanía; el azul, los dos océanos que posee Colombia y que la unen con el mundo para intercambios de productos; y el rojo representa la sangre de los héroes de la independencia, posee un significado de amor, progreso, fuerza y poder.
Escudo de Colombia

En 1548, Carlos V estableció el escudo del Nuevo Reino de Granada, actual insignia de Bogotá. En 1834 se estableció el escudo que posee actualmente Colombia, diseñado por Francisco de Paula Santander. En la parte superior del escudo hay un cóndor que sostiene con el pico una corona de laurel verde que entrelaza con una cinta de oro con el lema Libertad y Orden. El blasón suizo se encuentra dividido en tres franjas horizontales:
La primera franja es de color azul, posee hojas de oro, una granada y tallos. En cada extremo hay una cornucopia, la izquierda llena de monedas de oro, la derecha de frutas tropicales.
La segunda franja incluye un gorro frigio sostenido por una lanza, lo que se interpreta como la libertad del país.
La última franja muestra al istmo de Panamá , el mar Caribe, el océano Pacífico y dos embarcaciones (una en cada mar).
Flor nacional

La orquídea de la variedad cattleya trianae es la flor nacional de Colombia. Y es única en Colombia La Orquídea es la flor Nacional. Concretamente, la variedad denominada Cattleya Trianae. Lleva este nombre en honor del naturalista Colombiano José Jerónimo Triana. Fue escogida como flor Nacional según un concepto emitido por la Academia Colombiana de Historia en 1936, aun cuando no ha sido consagrada oficialmente por ley. Es sabido que las Orquídeas Colombianas están señaladas entre las más hermosas del mundo. La estructura y los colores de la Cattleya Trianae son de una extraordinaria belleza.
La palma de cera

El Congreso de la República adoptó a la palma de cera del Quindío como árbol nacional mediante la Ley 61 de 1985, sancionada el 16 de septiembre por el presidente Belisario Betancur.
Sombrero Vueltiao

El sombrero vueltiao es una prenda de vestir típica de las sabanas del Caribe colombiano de origen Zenú. El Congreso de Colombia lo elevó a la categoría de Símbolo Cultural de la Nación mediante la Ley 908 del 8 de septiembre de 2004.9
Ave nacional

El cóndor andino es la mayor ave voladora del mundo. El cóndor de los Andes, de gran tamaño y majestuoso vuelo, es considerado el ave nacional. Se encuentra en el Escudo de Colombia, representando las glorias de la patria. Esta ave puede volar hasta 300 km en un solo día. Su plumaje es casi totalmente negro, con reflejos metálicos y una faja blancuzca encima de las alas, además de un collar blanco en la base del cuello. Los machos poseen una cresta carnosa de color rojo sobre la cabeza.
Música nacional

La cumbia tiene sus orígenes en las danzas de Guínea. Surge del sincretismo musical y cultural de indígenas, africanos y europeos en la región del delta del río Magdalena.La cumbia combina aportes hispánicos, indígenas y africanos. Es interpretada en grupos por parejas que bailan en círculo al son de la música de tambores y gaitas, llevando en las manos una vela encendida. Hoy en día, los aires vallenatos y el pop nacional son protagonistas de la escena musical mundial. La música colombiana constituye un crisol de tendencias y ritmos que no cesa de reinventarse. La cumbia es el aire musical que ha identificado tradicionalmente a Colombia frente al mundo.
DEPARTAMENTO DE SANTANDER
Santander es uno de los treinta y dos departamentos de la República de Colombia. Su capital es Bucaramanga. Está ubicado al noreste del país, en la región andina, limitando al norte con Cesar y Norte de Santander, al este y sur con Boyacá, al oeste con Antioquia y al noroeste con Bolívar.[3] Con unos 2 060 000 habitantes en 2015 es el sexto departamento por tamaño de población. Recibe su nombre en honor al prócer de la independencia de la Nueva Granada Francisco de Paula Santander.
Está conformado por 87 municipios, 2 corregimientos, 477 inspecciones de policía. Estos entes territoriales se agrupan en siete provincias: Comunera, García Rovira, Guanentá, Metropolitana, Yariguíes, Soto Norte y Vélez.
Descripción Histórica de Santander
1. La Sociedad Prehispánica
Al sur del Departamento de Santander, en las cuencas altas de los ríos Suárez y Chicamocha, se encontraba asentada, por lo menos desde el siglo X D.C., una gran cantidad de cacicazgos de la etnia muisca. Los de la cuenca del Suárez eran cacicazgos independientes, estrechamente vinculados a los muzos. En cambio, los de la cuenca alta del Chicamocha estaban subordinados al gran zipa nombrado Duitama.
La cuenca media y baja de los ríos mencionados, así como la del río Pienta-Fonce, fue el territorio de la etnia guane. Al nororiente de los asentamientos guanes se encontraban asentadas las etnias chitarera y tuneba. La cuenca del río Magdalena, al occidente de Santander, estaba habitado por varios grupos étnicos, entre los que se reconocieron los yariguíes, los opones y los carares.
Los asentamientos aborígenes fueron ampliamente dispersos, de tal forma que cada familia producía sus bienes de subsistencia (maíz, fríjol, papa, coca y proteína animal cazada o pescada) y sus materias primas (algodón, fique) para la elaboración de artesanías domésticas (mantas, mochilas, objetos de alfarería y sal) que hacían funcionar un sistema de intercambios comerciales entre las etnias vecinas.
En la mayor parte de esos grupos étnicos sus caciques recibían servicio personal de los indios, empleado en sus propias sementeras de maíz, fríjol, coca, papa y algodón, o mantas y mochilas. A cambio, proyectaban su saber y magia sobre los asentamientos campesinos, protegiendo los cultivos y propiciando la caza y la pesca. Sólo los caciques muiscas del alto Chicamocha llegaron a tributar a un gran zipa, pues todos los demás no conocieron dominio sobre ellos. Así pues, el trueque de productos (coca, mantas, alfarería, algodón, sal, mochilas) fue la norma de convivencia entre las etnias que compartieron este territorio, siendo los muiscas los principales agentes de estos intercambios.
2. La colonización española
Con la fundación de la ciudad de Vélez, en 1539, se inició el asentamiento de los colonos españoles en los territorios aborígenes. Gracias a la conquista armada obtuvieron el derecho para apropiarse de tierras, minas y aguas, obtenidas mediante títulos de merced real; y para exigir a los caciques, mediante cédulas de encomendación, servicio personal y alimentos gratuitos.
El derecho al reparto de recursos y energía laboral se fundó en la existencia de ciudades, cuyos cabildos delimitaron jurisdiccionalmente el territorio aborigen. En el departamento de Santander de hoy sólo se fundaron dos ciudades con éxito: Vélez (1539) y San Juan Girón (1636). Algunas porciones del territorio departamental pertenecieron, durante el tiempo colonial, a las ciudades de Tunja y Pamplona.
Los colonos españoles, decididos a establecer sus particulares heredades, aplicaron la energía laboral de los indios en empresas agropecuarias y mineras. En estancias y haciendas se fue acumulando el nuevo valor creado, pasado parte de él a las instituciones religiosas: conventos, capellanías y curatos.
La convivencia de los colonos españoles y los aborígenes produjo, por una parte, alta mortalidad de los últimos por su escasa resistencia inmunológica a las enfermedades que introdujeron los primeros, o al cambio obligado de ecotopo que impusieron las nuevas empresas. De la otra, un rápido proceso de mestizaje que configuró la nueva población de las provincias de Vélez y Girón.
Pese a la mestización, una pequeña cantidad de indios sobrevivientes fue reintegrada en comunidades de doctrina, dotadas de tierras resguardadas de enajenación, bajo la doble autoridad de los curas doctrineros y los corregidores de indios. Surgieron así, mediante procesos de congregación, los nuevos pueblos de indios coloniales: Bucaramanga, Cácota de Suratá, Chanchón, Guane, Chipatá, Güepsa, Oiba, Charalá, Carcasí, Servitá, Onzaga, Susa, entre otros.
El distrito minero del río del Oro y las vetas de Pamplona estimularon el crecimiento de las haciendas agropecuarias, las cuales se especializaron en la producción de mieles de caña, conservas, ganados vacunos y mulares, harinas de trigo, cacao, derivados de la leche, jamones de cerdo y artesanías del algodón: alpargates, mantas, jarcia y lienzo. Como cada hogar campesino era una microempresa artesanal, autoabastecido con su parcela de pan coger, pronto se vio un sorprendente crecimiento demográfico que ya no podía ser administrado por el lejano cabildo de Vélez ni por los curas doctrineros. Ese nuevo vecindario blanco y mestizo se organizó desde el siglo XVII bajo la forma de parroquias, diseñando un trazo urbano en damero, el origen de la mayor parte de los actuales municipios. Esta huella puede ser vista con claridad en Barichara, Socorro, San Gil, Simacota, Páramo, Charalá, el Valle de San José, Málaga y Piedecuesta.
Dos de esas parroquias lograron elevar su condición a la categoría de villa, San Gil y el Socorro, convirtiéndose en el siglo XVIII en dos pujantes mercados provinciales de acopio de la artesanía campesina, exportada luego por un grupo de comerciantes hacia los mercados distantes de los distritos mineros o los puertos marítimos y fluviales. Los hijos de esos comerciantes y de los hacendados fueron enviados a adelantar estudios en los colegios mayores de Santafé, convirtiéndose en los ilustrados párrocos y abogados que lideraron el movimiento emancipador en la región y en la propia capital.
3. Emancipación de la corona española
El 10 de julio de 1810 una multitud de pobladores de la villa del Socorro se enfrentó a los soldados que comandaba el corregidor José Valdés Posada, quien a la sazón se mantenía en abierto conflicto con los miembros del cabildo. Al resultar muertos diez hombres por los balazos de la tropa, el furor de la masa sitió en el convento de los capuchinos al corregidor y al comandante de armas de la plaza. Mediante una negociación, el cabildo del Socorro puso presos a dichos funcionarios españoles y el día 11 de julio firmó el acta de independencia civil de la provincia, convocándola a resistir las represalias que se esperaban de la Real Audiencia.
Como en ese entonces el corregimiento del Socorro englobaba las jurisdicciones de las villas de su nombre, de San Gil y de la ciudad de Vélez, tal acto se ha considerado como el inicio de la independencia nacional en el actual territorio santandereano. El ambiente emancipador era claro en la villa del Socorro, pues la instrucción que un año antes había entregado su cabildo al diputado que representaría al Nuevo Reino de Granada, ante la Junta Suprema Gubernativa de España, es un testimonio del programa liberal que sería adoptado por la república durante el siglo XIX.
Como el Estado de Cundinamarca, liderado por Antonio Nariño, pretendió anexarse la jurisdicción del cabildo de San Gil, se produjo una expedición militar contra el Socorro, que temporalmente la puso bajo el dominio de Cundinamarca. Una vez liberados de esta autoridad, la provincia del Socorro ingresó al Congreso de las Provincias Unidas, enfrentando las pretensiones centralistas de Santafé. Desde entonces, el Socorro siempre estuvo alineado de parte del proyecto federal en la organización política de la república.
Cuando la hegemonía federal se impuso en el país, después de la constitución de 1863, la villa del Socorro se convirtió en la sede de la presidencia del Estado Soberano de Santander, una posición que conservó hasta la expedición de la constitución de 1886. A partir de entonces fue Bucaramanga la capital del Departamento de Santander, cuyas provincias de Pamplona, Ocaña y Cúcuta se separaron en 1910 para formar el nuevo Departamento del Norte de Santander.
La sociedad decimonónica santandereana mantuvo los rasgos económicos de la impronta colonial, si bien ascendieron en riqueza y poder político nuevos centros de poblamiento estimulados por el comercio mundial: Cúcuta y Bucaramanga. La expansión del cultivo del café y la extracción de quinas estimuló las migraciones y la concentración de riqueza hacia estos nuevos centros del poblamiento regional.
4. Época Contemporánea
El siglo XX comenzó en Santander en medio de la Guerra de los Mil Días, siendo su campo de Palonegro uno de los escenarios más sangrientos. La crisis de la producción cafetera marcó la última década del siglo pasado y la primera de este siglo en la región. Sólo hasta la tercera década es que puede apreciarse un crecimiento económico sostenido, coincidiendo con el inicio de la explotación petrolera en los campos de Barrancabermeja, un municipio que experimentó un espectacular desarrollo en este siglo. Por otra parte, se registra en Bucaramanga una intensa inmigración proveniente de todos los municipios santandereanos y del Cesar, hasta el punto de involucrar a los vecinos en una extensa área metropolitana que incluye a Girón, Floridablanca y Piedecuesta.
Siguiendo el ritmo del país, Santander experimentó desde los años cincuenta una rápida modernización de la vida económica y social: caída abrupta de las tasas de natalidad y mortalidad, secularización de la vida social, elevación de la escolaridad media y universitaria, movilidad social, debilitamiento de las tradiciones de origen campesino, intensificación del trabajo en la manufactura y en los servicios, migración masiva del campo a la ciudad, entre otros aspectos.
Hoy en día, el área metropolitana de Bucaramanga y Barrancabermeja acopian al grueso de los santandereanos, erigiéndose en ciudades modernas y polos del crecimiento en la región oriental del país. Las industrias petroquímica, constructora y manufacturera tienen allí sus sedes, así como la mayor concentración de servicios financieros y educativos.
SÍMBOLOS DE SANTANDER
El Escudo de Santander es el principal emblema y uno de los símbolos oficiales del departamento colombiano de Santander. Fue diseñado por Yair Leonardo Pinzón Enciso y adoptado de forma oficial el 31 de agosto de 2004. El escudo está compuesto de varias "capas" superpuestas una sobre otra, con forma similar al blasón francés, y todo esto contenido dentro de una circunferencia de color dorado. Está dividido en tres cuarteles, dos ubicados en la parte superior y uno que ocupa toda la parte inferior.
En el cuartel superior derecho se halla perfilado José Antonio Galán en colores de sable y plata, en representación de las heroicas luchas del pueblo santandereano. El cuartel izquierdo contempla una torre petrolera, aludiendo la riqueza de la tierra santandereana, que forma la base de la economía del departamento. El campo inferior presenta el paisaje del Cañón del Chicamocha, como símbolo de la accidentada geografía de Santander. En la bordura más externa, de color rojo, se hallan siete estrellas de plata que representan las siete provincias en que se divide el departamento. Rodeando todo se encuentra un aro dorado que simboliza la inmortalidad y el carácter del pueblo santandereano. A los pies del escudo se ubican algunas hojas de tabaco en alegoría de la felicidad, del trabajo y de la producción agrícola. Como lemas lleva “Departamento de Santander” en la circunferencia externa y “Siempre Adelante” en una cinta que se ubica abajo de la misma.
La Bandera consta de una franja vertical de color rojo y otras cinco de forma horizontal, de colores verde, amarillo y negro. Las franjas verdes tienen un tercio de ancho cada una, mientras la franja amarilla es cortada por una franja negra de un tercio de ésta. El decreto de 1972 establece que la bandera tiene dos tercios de ancho en relación a su longitud.
El significado de los colores es el siguiente:

La barra roja simboliza la nobleza y su orientación vertical el heroísmo de la raza de Santander. Las siete estrellas de plata (blancas) son representación de las Provincias que constituyen el territorio: provincias de Soto Norte, Vélez, García Rovira, Guanentá, Comunera, Yariguíes y Metropolitana. El verde heráldico denota la firme lealtad, la constancia y la esperanza de los pobladores que labrando la tierra la han fecundado y engrandecido con su esfuerzo. Las vetas de oro y negro, las riquezas naturales del suelo y en especial las ricas explotaciones auríferas que se remontan al comienzo de la colonización, al igual que sus yacimientos de hulla y petróleo respectivamente.
Himno de Santander
CORO
¡Santandereanos, siempre adelante!
¡Santandereanos, ni un paso atrás!
¡Santandereanos, siempre adelante!
¡Santandereanos, ni un paso atrás!
Con el coraje por estandarte
Y por escudo la libertad.
Con el coraje por estandarte,
Y por escudo la libertad.
I ESTROFA
Somos nosotros los herederos
de las banderas que del honor
ayer clavaron los comuneros
sobre esta tierra, bajo este sol.
II ESTROFA
Somos ahora los forjadores
de un mundo nuevo de paz y fé
donde se trensan tiples y amores
y los arados con el laurel.
III ESTROFA
Hijos audaces de altiva breña
a la que amamos con frenesí
somos la raza que lucha y sueña
en la conquista del porvenir.
IV ESTROFA
Por eso, bravo santandereanos
¡siempre adelante, ni un paso atrás!
¡siempre arrogantes, porque llevamos
en nuestra sangre la libertad!
en nuestra sangre la libertad!
¡siempre adelante, ni un paso atrás!
¡siempre arrogantes, porque llevamos
en nuestra sangre la libertad!
en nuestra sangre la libertad!
CORO
¡Santandereanos, siempre adelante!
¡Santandereanos, ni un paso atrás!
¡Santandereanos, siempre adelante!
¡Santandereanos, ni un paso atrás!
Con el coraje por estandarte
Y por escudo la libertad.
Con el coraje por estandarte,
Y por escudo la libertad.
La letra del himno de Santander, Colombia, fue escrita por Pablo Rueda Arciniegas el día 19 de mayo de 1988 y la música por Jesús Pinzón Urrea.
La Santandereanidad, una historia que se escribió hace 162 años

Si de retroceder el tiempo se tratara, hoy, hace 162 años (miércoles 13 de mayo de 1857) se estaba creando el Estado Federal de Santander, por medio de una ley que fue aprobada en el Congreso de la Nueva Granada.
Allí fue cuando se escuchó por primera vez, o al menos se documentó, la famosa frase: “El que pisa tierra santandereana, es santandereano”, —pero el origen de estas palabras va más allá—, dice Gerardo Martínez Martínez, abogado, historiador y analista político que nació en esta zona del país que durante todo este mes celebrará una historia llena de héroes, batallas y relatos.
Mucho se dice del santandereano: que es bravo, que habla duro, es bueno para trabajar, de temple, conversador, a veces envidioso y hasta gracioso, pero lo cierto es que “todo es heredado”, comenta.
“Previo al encuentro con los españoles, el actual territorio de Santander fue ocupado por cuatro grupos indígenas: Laches (en la margen oriental del río Chicamocha); Chitareros (entre Pamplona y García Rovira); Yariguies (en la ribera de los ríos Lebrija y Sogamoso) y los Guanes, que fueron el grupo con mayor desarrollo y son a su vez parte fundamental en la construcción de nuestra identidad”, asegura Miguel Cuadros, quien hace parte de la Escuela de Historia de la Universidad Industrial de Santander, UIS, y del capítulo Santander, de la Asociación Colombiana de Historiadores.
Esto sin duda y la mezcla de razas y la genética indoeuropea, se ve reflejado aún en las mujeres y hombres que nacieron y nacen en el que hoy es un departamento constituido por 87 municipios, ‘bañando’ por el río Magdalena e influenciado por la zona andina de la cordillera oriental.
Hay que contar que el tiempo —a quienes vivieron aquí les jugó una buena pasada en algunas cosas—. “En Santander, por ejemplo, se decretó por primera vez que todo esclavo sería libre al momento de pisar la región. Cuando corría el año de 1853 en la provincia de Vélez se aprobó el voto femenino (casi 100 años antes de que pasara esto a nivel nacional) y, después, vinieron luchas fuertes en las que siempre los santandereanos estuvieron presentes precisamente por su forma de ser”, explica Martínez Martínez.
Él además relata que aquí se habla ‘golpeado’ por la vehemencia y el paradigma de los valores que fueron infundidos por los antepasados: la libertad, la justicia, la independencia y el honor.
“Es por eso que queremos invitar a todas las regiones a que se unan a la fiesta que se vive en las siete provincias y que están abiertas para todo: la inversión, el turismo, la gastronomía, salud, cultura y por supuesto para mostrar que acá todo se hace con amor, pasión y respeto.”